Luego de un primer trimestre de fuerte contracción, el peor en dolarización, la crisis se moderó entre abril y junio en tres sectores de la economía.

Durante el segundo trimestre del 2016 el uso de la capacidad instalada creció ligeramente en el sector de industrias, según el Reporte Trimestral de Oferta y Demanda de Crédito del Banco Central del Ecuador (BCE), publicado el viernes pasado.

Entre abril y junio las industrias utilizaron el 69,6% de su capacidad instalada. Este porcentaje muestra un ligera recuperación comparado con el primer trimestre, cuando se ubicó en el 68,3%. Este indicador venía cayendo sostenidamente desde finales del 2014.

Según el mismo reporte del BCE, entre abril y junio el uso de la capacidad instalada se mantuvo en servicios (74,9%) y construcción (55,8%).

Algunos factores explican estas cifras. Entre ellos están la decisión de la banca de abrir nuevamente el crédito y la recuperación de los precios del petróleo, dice Richard Martínez, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).

Sin embargo, el gremio no observa señales que corrijan los problemas en el largo plazo, pues se mantiene un modelo dependiente de los precios del crudo. “Las expectativas son aún ciertamente críticas porque no se observa una respuesta del Gobierno con políticas públicas que acompañen a la recuperación económica en general. Para revertir la tendencia se necesita mejorar la confianza”, dijo y prefirió no dar cifras de cómo cerró la actividad industrial en el segundo trimestre hasta terminar de consolidar datos, lo que se espera para esta semana.

Bernardo Torres, gerente de Induclean, fabricante de artículos de limpieza y desinfección industrial ubicada en Durán (Guayas), explica que la producción cayó un 30% desde diciembre, pero desde inicios de junio comenzó a recuperarse levemente.

La banca cree que el país está entrando en una nueva etapa del ciclo económico. Pese a la caída de ventas en varios sectores de la economía, los depósitos crecieron entre diciembre y junio pasados en USD 1 300 millones y se ha seguido entregando crédito, destacó Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca).

En enero, la cartera bruta de crédito de la banca privada sumó USD 18 554 millones y en junio la cifra llegó a 18 704 millones; un 0,53% de crecimiento, según datos del gremio.

Además de estos factores, el editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, anota que influyó el acceso a financiamiento del Gobierno, lo que permitió hacer pagos a proveedores. Otro factor fue el arranque de la reconstrucción en Manabí y Esmeraldas. “El segundo trimestre va a ser malo, la economía continuará contrayéndose, pero no en los niveles del primer trimestre”.

Según el mismo Reporte de Oferta y Demanda de Crédito, un 14% de empresas de los cuatro sectores (servicios, industrias, construcción y comercio) consideró que era una buena época para endeudarse.

Este porcentaje muestra un ligero crecimiento en el optimismo empresarial, comparado con el primer trimestre, cuando el 12,75% creía que era el momento idóneo para contraer una obligación.

Pero las cifras aún son bajas y eso lo reconoce el titular de la CIP, quien dijo que se reunió la semana pasada con la banca para definir estrategias y mejorar estas cifras. Según el reporte del BCE, entre las principales causas por las que las empresas creen que no es un buen momento para endeudarse están la contracción económica, la situación actual de la compañía o que ya tienen deudas.

Nutrileche solicitó un crédito el año pasado y no tiene previsto endeudarse en el corto plazo, según Carlos González, subgerente de la empresa. “Estamos pagando puntualmente nuestras deudas. Preferimos no tener utilidades pero pagar puntuales”.

Según el funcionario, durante este año las ventas de Nutrileche cayeron 7%. Una nueva deuda para la ampliación de su planta la adquirirá cuando la situación mejore.

El escenario plantea un desafío para la banca privada que anunció que colocará en préstamos USD 10 000 millones -entre renovaciones y nuevos recursos- en el segundo semestre del 2016.

Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), indicó que debido a la inestabilidad laboral las personas no se animan a contratar créditos a largo plazo para adquirir una vivienda. Por esta razón, los constructores miran como una época poco favorable para endeudarse y emprender nuevos proyectos. “Solo en Pichincha tenemos un gran número de viviendas que no han podido ser vendidas. Existen 20 000 unidades que están represadas sin vender”.

Un sector donde los indicadores no mejoraron fue el comercio. Entre el primero y segundo trimestre de este año el uso de la capacidad instalada en este sector continuó su descenso y registró una caída de 76 a 75,4%, según el Reporte del Banco Central. Para Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), la situación aún es compleja y así se mantendrá hasta el cierre del año, debido al bajo nivel de consumo que se acomoda a una nueva realidad: menores ingresos petroleros para el país.

Fuente: El Comercio